¿Cuántas veces has escuchado -o pronunciado- esta frase? Sí, viene a ser algo así: «Uy, qué va…¿pagar yo por una web? Un amigo/familiar me la va a hacer gratis».
No te engañes: no te la va a hacer, no va a ser gratis o va a ser una web de pacotilla.
¿Por qué? Muy sencillo:
1.- El tiempo mínimo que le llevaría diseñar una web perfectamente operativa y funcional, posicionada, optimizada, enlazada a redes sociales y directorios, y un largo etcétera de funciones que tendría que implementar, sería a partir de 40 horas. ¿Se las va a quitar de su tiempo de trabajo remunerado? ¿O de su tiempo de ocio con su familia, sus hobbies…?
2.- ¿Gratis? ¿Pagará el amigo/familiar los aprox. 80€/año por el dominio y un hosting de calidad? En caso de utilizar un CMS, ¿usará un theme gratuito? ¿o pagará de su bolsillo los aprox. 60€ por uno premium?
Si precisamos o queremos un certificado SSL, ¿también lo pagará?
¿Y si la queremos multilingüe? ¿Usará un plugin gratuito con sus traducciones en ocasiones muy deficientes? ¿O usará un plugin de pago o mejor aún, un theme con sistema multilingüe -también de pago-? Ah, ¿y lo pagará el conocido?
3.- Pongamos que finalmente, a pesar de los pesares, el amigo/familiar hace la web: lamento decir que será una web «de pacotilla». Me explico: la hará en cuatro ratos libres; con un hosting tan fulero que la mitad del tiempo la web estará caída (vaya, que no funcionará); con un diseño desfasado (tal vez se vea mal en los dispositivos móviles o parezca una web del año 2000) porque si no se dedica profesionalmente a ello, no estará al día en tendencias de diseño web; o no cumplirá la legislación vigente (y esto puede acarrear multas de hasta 150.000€); o no será detectada y posicionada por los motores de búsqueda; no estará integrada con las principales redes sociales o no será capaz de generar y medir el engagement en éstas; posiblemente no la habrá incluido en los directorios generalistas y en los específicos (en los que, por cierto, sí está la competencia); o no te explicará que habrá que generar contenido de calidad para aumentar las visitas al site y mejorar el posicionamiento…en definitiva: podría llegar a parecer una web, pero sólo sería una (vulgar) tarjeta de visita virtual.
«No hay una segunda oportunidad de dar una primera impresión» y si ésta es mala, quien vea esa web probablemente no comprará (o no acudirá, si es un negocio local; o no contratará si son servicios lo que se ofrece).
Podría ocurrir otra cosa…(leer la segunda parte)
Diseño web totalmente desfasado